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Causa indignación ataque ruso a hospital materno en Ucrania

Un ataque aéreo ruso en un hospital de maternidad de Mariúpol que mató a tres personas provocó indignación el jueves, y funcionarios ucranianos y occidentales lo calificaron como un crimen de guerra. Al fracasar las conversaciones para alcanzar cese del fuego extendido, los trabajadores de emergencia renovaron sus esfuerzos para llevar alimentos y suministros médicos a las ciudades sitiadas y para sacar a los residentes traumatizados.

Las autoridades ucranianas dijeron que una niña estaba entre los muertos en el ataque del miércoles en el estratégico puerto de Mariúpol. Otras 17 personas resultaron heridas, incluidas pacientes, médicos y niños.

Las imágenes de mujeres embarazadas cubiertas de polvo y sangre dominaron los informes noticiosos en muchos países ante la ola de horror por la guerra de dos semanas provocada por la invasión de Rusia, que ha matado a miles de soldados y civiles y provocado la huida de Ucrania unas 2,3 millones personas.

El presidente ucraniano, Volodymyr Zelenskyy, dijo a los líderes rusos que la invasión les resultará contraproducente mientras la economía rusa se estrangula. Las sanciones occidentales ya han asestado un duro golpe a la economía, provocando la caída del rublo, la huida de empresas extranjeras —incluido, el jueves, el banco de inversión Goldman Sachs— y un fuerte aumento de los precios.

“Definitivamente irán ante la justicia por complicidad en crímenes de guerra”, dijo Zelenskyy en un mensaje en video. “Serán odiados por los ciudadanos rusos, todos a quienes han engañado constantemente, a diario, durante muchos años, cuando sientan las consecuencias de sus mentiras en sus billeteras, en sus posibilidades cada vez más reducidas, futuro robado de los niños rusos”.

El presidente ruso, Vladimir Putin, desestimó tales advertencias: “Así como superamos estas dificultades en los años anteriores, las superaremos ahora”, dijo en una reunión televisada con funcionarios gubernamentales. Sin embargo, reconoció que las sanciones crean “ciertos desafíos”.

Millones más han sido desplazados dentro del país. El alcalde de Kiev, Vitali Klitschko, dijo el jueves que unas 2 millones de personas —la mitad de los residentes del área metropolitana— abandonaron la ciudad, que se ha convertido prácticamente en una fortaleza.

Las bombas también cayeron sobre dos hospitales en una ciudad al oeste de Kiev el miércoles, dijo el alcalde. La Organización Mundial de la Salud ha confirmado 18 ataques a instalaciones médicas desde que comenzó la invasión rusa hace dos semanas.

Mientras comenzaba la tercera semana de guerra, autoridades occidentales dijeron que las fuerzas rusas habían hecho pocos avances en los últimos días, aunque han aumentado el bombardeo sobre Mariúpol y otras ciudades, atrapando a miles de personas en urbes donde escasean el agua y la comida.

Los ceses temporales del fuego para evacuar civiles se han desbaratado a menudo, y Kiev acusa a Moscú de continuar sus bombardeos. Pero el presidente Zelensky dijo que 35.000 personas habían logrado salir el miércoles de varias localidades asediadas y el jueves se estaban realizando más esfuerzos en pueblos y ciudades del este y sur de Ucrania, incluido Mariúpol, así como en los suburbios de Kiev.

El consejo municipal de Mariúpol compartió un video el jueves que mostraba autobuses avanzando por una autopista e indicó que un convoy con alimentos y medicamentos estaba de camino, pese a varios días de intentos frustrados de llegar a la ciudad.

“Todos están trabajando para ayudar a la gente de Mariúpol”, dijo el alcalde Vadym Boychenko.

Las imágenes de la ciudad, donde han muerto cientos de personas y algunas víctimas fueron enterradas en una fosa común, han provocado condenas de todo el mundo. Otros dos hospitales fueron atacados en Zhitómir, una ciudad al oeste de Kiev, denunció en Facebook el alcalde, Serhii Sukhomlyn. No hubo heridos, señaló.

Gran Bretaña tachó de crimen de guerra el ataque al hospital materno-infantil.

De visita oficial en Polonia, la vicepresidenta estadounidense Kamala Harris, respaldó los pedidos de una investigación internacional por crímenes de guerra y dijo que “los ojos del mundo están puestos en esta guerra y en lo que Rusia ha hecho en términos de esta agresión y estas atrocidades”.

El presidente polaco, Andrzej Duda, calificó el ataque al hospital de maternidad como un “acto de barbarie” y dijo que “es obvio para nosotros que en Ucrania los rusos están cometiendo crímenes de guerra”.

El suelo se estremeció a más de kilómetro y medio (una milla) de distancia cuando el complejo en Mariúpol fue alcanzado el miércoles por una serie de explosiones que hicieron estallar las ventanas y destruyeron buena parte de la parte frontal de un edificio. Policías y soldados se apresuraron para evacuar a las víctimas, retirando en camilla a una mujer embarazada y cubierta de sangre mientras caía una ligera nevada sobre los vehículos y árboles calcinados por la explosión.

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