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Entre letras Papaloapan

A 103 años del nacimiento de Juan Rulfo, prevalece la magia de sus escritos

Colaboración / Patricio García

“Vine a Comala porque me dijeron que acá vivía mi padre, un tal Pedro Páramo”

Hace 103 años nació Juan Rulfo Vizcaíno, conocido mundialmente como Juan Rulfo, uno de los escritores más grandes de Latinoamérica y quizás el Escritor mexicano más traducido a otros idiomas.

Juan Rulfo escribió una de las obras cumbres de la literatura en lengua Castellana, Pedro Paramo, misma que está incluida en la lista de las 100 mejores novelas en Español , no son menores los relatos de El Llano en Llamas.

Rulfo nos mantiene atrapados en su mundo fantasmal, en sus paisajes de eterna soledad, en la nostalgia por esos padres ausentes por la orfandad temprana; que somete al autor en una depresión a causa de la soledad por la añoranza de esos seres queridos, que están impregnados en su obra.

Pedro Paramo y El Llano en Llamas, son dos obras que están llenas de simbolismo y de una estructura lírica del lenguaje.

La obra de Rulfo , nos transporta de manera mágica de los real a lo fantástico con rigurosas y poéticas palabras; su escritura es muy cercana a la cotidianidad de la vida del campo, de ese campo pos revolucionario, un tanto violento y lírico, que desentraña el dolor mexicano que se universaliza .

Releer a Rulfo , es trastocar nuestro origen, es dialogar nuevamente con nuestros abuelos, es ver la parvada de pájaros en la milpa, o escuchar el remolino de murmullos del pueblo, ver volar a los totochiles, mirar a las chicharras de mayo , dormir a medio día y despertar para llenar la tierra de rechinidos, es oír ladrar los perros en la noche que murió la tía Agustina, o soportar el vapor que provoca la canícula.

Rulfo,dejó sus pasos en San Juan Luvina; pueblo que después de eso, dejo de ser una simple comunidad de la geografía del Estado de Oaxaca , para entrar en el universo de las letras y la creación.

Ese lugar silencioso , con su chipichipi eterno, tristesa impregnada, olvidado y solo habitada por viejos, deja sentir la penumbra y oscuridad en los ojos, el frío cala y los pinos inmensos ahogan al sol , solo la copa de Mezcal con su olor y sabor que quema la garganta, permite soportar esa Kafkiana Realidad .

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